La verdad es que aún hace algo de frío en el balcón, la primavera se quiere asomar pero el señor de las nieves aun no ha querido abandonarnos, en fin, tendré que abrigarme mas la próxima vez. Consumo a oscuras las ultimas caladas de la hierba que traje del pueblo, la cabeza empieza a darme vueltas, me esta entrando hambre y hasta se me ha puesto dura... ya lo se, debo dejar de fumar pero hay tanta mierda en el mundo que una calada mas no me matara.
De repente un sonido rompe el silencio, apenas se oye aunque consigo escuchar cada uno de sus pasos, esta a unas calles pero siento como agujerea la acera a cada zancada como si llevase taladros en los tacones, percibo su olor, perfume caro pero a la vez fresco, seguramente comprado en unos grandes almacenes el sábado pasado, puedo tocar su suave pelo rizado como si estuviese apoyada sobre mi pecho, acaricio sus labios mientras sus oscuros y profundos ojos, fijos en los míos me piden un beso como quien pide su ultimo deseo.
Sigue estando a cientos de metros y esta entre mis brazos, todos sueñan con ella y yo la tengo, no tiene rostro pero para un ciego todas las fotos se ven igual. No se su nombre pero ya la amo y ella me ama a mi, no se como suena su voz pero es música en mis oídos, podría hablaros de nuestros hijos y nuestras vidas dentro de 50 años pero eso, eso es otra historia.
2 comentarios:
Se me ha puesto dura a mi también.
bueno....a mi no se me ha puesto dura (afortunadamente) y como soy mujer y un poquito romántica me ha parecido muy bonito, y si ella tuviese nombre, sería incluso mejor.
:)
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