lunes, julio 06, 2015

La enésima recaida



He muerto tantas veces y tantas otras he querido intentarlo... pero aunque ladre muy alto, y en las batallas siempre vaya delante, toda mi vida fui un cobarde, no puedo negarlo. He probado tantos oficios buscando algo que me durase, al final he acabado siendo multiusos, por todos usado, propiedad de nadie. Quise cantar y me falto la voz, intente correr y tropecé a la zancada numero dos, quise volar, no lo pude pagar, quise escribir... por eso estoy aquí.

Creo que nada me gusta mas que escribir al aire, soltar palabras esperando que le interesen a alguien, y borrar y volver a escribir la misma frase, diez veces, cien veces y veces mil. Alguna se enamoro del poeta, pensando que eran para ella las letras, pero no hay una musa a la que no haya amado y alguna vez odiado. Y sigue solo el vigilante con su labor aunque nadie lo vea, con ateo y sus estrellas y esta maldita luna que lo atropella.

Hoy tocaba gritar buscando algo que perdí, el tiempo se ha esfumado y mis letras no están aquí, tengo que buscarlas y traerlas de vuelta, ordenarlas e intentar que digan lo que siempre quise decir. Mi cabeza esta llena de historias y no hay tinta suficiente que pueda ahogar esta pluma. No voy a prometer que escribiré mas a menudo, siempre lo estoy haciendo y hasta yo lo dudo, es una necesidad, en mi garganta el nudo, volver a hablar después de haber estado mudo.

domingo, enero 11, 2015

Cruzando la ciudad

Me coloco los cascos, me pongo la capucha, me enfundo las zapatillas de correr y dejo que spotify me llene de sonidos el camino. Salgo a la calle y no se por donde empezar, mi calle es corta y se divide en cuatro opciones, empiezo a andar en realidad el camino me da igual lo único que tengo claro es que en el comienzo esta la meta. No tardo en salir del barrio, de mi zona de confort, desconozco la prisa de los semáforo, las farolas cansadas, de estas calles no se nada.

Voy cruzandome con gente, vidas ajenas, parejas felices, algunas que pelean, algún que otro pobre solitario, familias cargando la compra del supermercado, policias que me miran desconfiados, todos se mueven a un ritmo infernal como si la vida se fuese a terminar. Me gustaría hablar con cada uno de ellos decirles que se paren un instante y miren al cielo, pero ellos no quieren hablar conmigo, son piezas del tablero, enemigos, desconocidos...

De repente el escenario cambia, todo brilla mas y esta mas limpio, los coches tienen mas tamaño y hacen mas ruido, la gente viste ropa cara y va muy pintada, no me dado cuenta he entrado en el centro y en realidad aquí no pinto nada, tengo que salir pronto de aquí, la gente me mira mal, estoy fuera de lugar. Por suerte esta ciudad no es muy grande y puedo escapar de este caos por el parque, este es otro mundo, mas peligroso y oscuro, los olores me embriagan, me quito los cascos para poder escuchar, por si atado me acechan los cacos.

Y allí la encuentro, va sola y con la mirada perdida, al igual que yo camina en silencio con cascos y capucha, no se su camino ni que es lo que escucha, nuestros ojos se encuentran, nuestras almas se cruzan, no puedo evitar pararme, su presencia me nubla, ella se para y me mira, creo que esta asustada, con cuidado saco el móvil del bolsillo y quito el auricular, suena una canción cualquiera, ella sonríe y repite mi accion, casi me muero, suena la misma canción. Continuo a casa pensando en ella, mañana volveré a cruzar el parque quizás la vuelva a encontrar, quizás el destino quiera.