sábado, enero 29, 2011

Prologo: Vigilante 2.0

No sabia donde me metía cuando abrí aquel sobre sin remitente... En el unas coordenadas, una fecha y una palabra: infinito.

Días antes había sido despedido de mi trabajo en un importante periódico por incluir una opinión personal políticamente incorrecta. Mi novia se había marchado con alguien mas acaudalado y sinceramente no tenía grandes amigos. Nada me ataba ya a aquella jungla de humo y cristal, tenía algo de dinero del finiquito y ganas de cambio así que dos días antes de la fecha marcada compre un GPS, prepare algo de ropa, unos libros y mi cámara de fotos, estaba ansioso de descubrir en que aventura me embarcaba aquella misteriosa carta.

Siguiendo las coordenadas llegue a la costa mediterránea, allí encontré una casa junto a un faro, había leña cortada, un jardín con un pequeño huerto, un granero y un corral con gallinas, conejos, dos cabras y una cerda; todo parecía salido de un episodio de la casa de la pradera.

Llame a la puerta de la casa pero nadie contesto, volví a llamar y tampoco hubo respuesta, al tercer intento la puerta cedió y antes de que mi diese cuenta estaba dentro. Había periódicos y libros amontonados por doquier, un viejo escritorio, una chimenea de adoquines y un camastro. Estaba tan cansado por el viaje que no pude evitar tumbarme a descansar, tumbado en aquella cama, mas típica de una prisión aunque bastante cómoda, apareció un animal medio perro medio lobo que portaba otro sobre sobre su espalda, en el una carta que así rezaba:

Hola desconocido, primero voy a presentarme: Tiempo atrás tuve un nombre pero lo olvide así que podrás buscarme por mi seudónimo: Vigilante. Estas aquí porque tienes un trabajo que hacer, a diferencia de tus antiguos trabajos, este requiere dedicación completa. Tienes siete funciones principales: Manejar el faro, recoger leña, cuidar el jardín, cultivar el huerto y dar de comer a los animales (de ahí sacaras lo suficiente para comer) por ultimo y mas importante tus ultimas dos funciones: escribir y vigilar el cielo.
Si lo hacer todo bien quizás comprendas porque estas aquí y puedas encontrarte lo que te llevara a encontrarme y entonces sabrás toda la verdad. Hasta entonces estaré vigilando.

Postdata. Periódicamente vendrá una chica llamada June a recoger lo que escribas y te ayudara con lo que necesites. Por cierto el perro se llama Ateo.

Y allí estaba yo sin comprender que hacia en aquel lugar y porque alguien había dado por sentado que haría todo aquel trabajo sin mas explicaciones, pensé en marcharme pero preferí esperar unos días para hablar con aquella tal June y que me respondiera algunas preguntas. Ateo mientras escribía esto me miraba impasible.